Tras una primera parte casi perfecta de los madrileños, un tercer cuarto descomunal de Baskonia saca del partido al Carplus Fuenlabrada que suma la quinta derrota consecutiva (102-88).

Foto: ACB Media

39-12. Esa fue la diferencia entre un equipo de Euroliga que tuvo que activar su mejor versión para sacar el partido adelante y un conjunto de la parte baja de la clasificación y que, además, es el peor presupuesto de toda la Liga Endesa.

Y esta es la realidad a día de hoy de un Carplus Fuenlabrada que en el Fernando Buesa Arena demostró que, haciendo las cosas que sabe puede competir con cualquier equipo de la liga, pero cuando ese rival que tengan enfrente llega a ciertos niveles de intesidad física y calidad individual, no puede igualar todos esos aspectos. Esa es la dura realidad de esta temporada 2022/2023.

Ante el Cazoo Baskonia los de José Luis Pichel tuvieron minutos de muy, pero que muy buen juego. En el primer minuto el coach fuenlabreño se vio obligado a pedir tiempo muerto, con un 6-0 de parcial para los locales que hacía presagiar otro duro encuentro. Pero ese «time out» sirvió para activarse, y a partir de ahí en toda la primera mitad solo hubo un conjunto sobre la pista al que le salía todo, y ese era el Carplus Fuenlabrada que con un segundo cuarto espectacular (11-27), llegó a irse al descanso del partido con 17 puntos de ventaja (35-52). Funcionó todo: la defensa, el ataque, los triples, la anotación, la intensidad, las ganas… todo.

Pero la segunda mitad deperaba una desagradable victoria para los aficionados fuenlabreños y para el propio plantel de Pichel. Se sabía que Baskonia tenía que reaccionar, pero a lo mejor de una manera tan aplastante. Los de Joan Peñarroya salieron a arrasar al Fuenla con su mejor versión de Euroliga y así pasó. El parcial con el comenzábamos la crónica fue demoledor, con un Fuenla que no fue capaz en ningún momentos de los terceros 10 minutos de reaccionar o de levantarse con cada golpe que recibía. Así, al descanso del tercer cuarto, el duelo estaba sentenciado.

Tras la remontada y después de ver que Baskonia sacó al Carplus Fuenlabrada de la pista a base de correr, anotar con o sin oposición y, sobre todo, ver la impotencia de unos jugadores que se veían superados en todas las facetas del juego por los vitorianos, los fuenlabreños intentaron levantarse al menos para irse con mejores sensaciones que lo sucedido en el tercer cuarto, lo que sirvió para maquillar el resultado hasta el 102-88 definitivo.

Pero al final, por desgracia, llegó la quinta derrota consecutiva del Fuenla que ahora tiene 11 días para descansar, limpiar la cabeza y pensar en el último partido del año, el día 30 ante el MonBus Obradoiro, duelo que bajo ningún concepto se puede escapar del Pabellón Fernando Martín.