Esta vez unida a la mala imagen de la segunda parte llegó la tercera derrota de un Baloncesto Fuenlabrada que desapareció ante el Gipuzkoa Basket (81-70).

Foto: Federación Española de Baloncesto

No hay tiempo de lamentarse o, como decimos siempre, para «lamerse las heridas», ya que el Baloncesto Fuenlabrada encara mañana martes la quinta jornada de la LEB Oro, pero lo hace tras caer derrotado en San Sebastián, en el Angulas Aguinaga Arena, frente al Guuk Gipuzkoa Basket en el peor partido de este arranque de campaña.

Los de Toni Ten realizaron una buena primera mitad, volviendo a dominar el juego interior y el rebote defensivo pero no fueron capaces de ampliar la renta más allá de los 6-7 puntos ante un GBC que se mantenía en el partido tan solo con el empuje de Iván Aurrecoechea, que contagiaba una y otra vez a sus compañeros para no irse del partido. Un choque que llegó al descanso con tan solo un punto de ventaja para los fuenlabreños pero, como en Melilla, con la sensación de haber merecido más.

Pero en esta ocasión, a pesar de que la salida al tercer cuarto no fue mala con Petar Aranitovic como la punta de lanza de los visitantes, en cuanto el croata dejó de anotar con facilidad, el partido se acabó. Los donostiarras, cada vez más cómodos en la pista, encontraban huecos en la defensa fuenlabreña casi en cada acción que realizaban en ataque, con un Fuenla que no tuvo capacidad de reacción, como si ocurrió en las otras dos derrotas ante Cantabria y Burgos, de ahí que la diferencia en el marcador casi siempre rozara o superar los 10 puntos para los locales.

Así, el partido quedó sentenciado en los últimos cuatro minutos cuando hubo una tímida reacción de los de Ten, pero que rápidamente fue disuelta con varias jugadas que demostraron que, en este partido, el Baloncesto Fuenlabrada no llegó al nivel necesario como para tener opciones de triunfo hasta el final, y por otro lado, que la plantilla es muy corta y a poco que dos o tres jugadores no estén con un nivel de juego como para competir, dichas opciones casi desaparece.

Sin tiempo para pensar, mañana martes a las 20.30 el Fernando Martín volverá a vestirse de gala para recibir al Amics Castelló y buscar una victoria que se antoja vital para el estado anímico del equipo y, así, no comenzar el año con un 1-4 en victorias y derrotas que, sin ser grave, podría dejar muchas dudas en el grupo.