Recién aterrizado al staff técnico del Urbas Fuenlabrada, Salva Guardia nos cuenta su trabajo desde el banquillo.

Foto: Baloncesto Fuenlabrada / Alba Pacheco

El Urbas Fuenlabrada está atravesando en esta primera parte de la temporada un momento dulce de juego y sensaciones, como se refleja en la clasificación y en lo que han conseguido, es decir, arrancar muy mal con el famoso (y casi innombrable) 0-5 y cambiar radicalmente y sumar cuatro triunfos en los siguientes cinco choques disputados.

Ese 4-1 que lleva el Fuenla a día de hoy antes de viajar a tierras murcianas para enfrentarse al UCAM Murcia tiene muchas claves. La primera la llegada de Javi Juárez que con la confianza que le ha transmitido a los jugadores ha conseguido que se involucren más aún de lo que ya estaban involucrados en la anterior etapa; la segunda es el trabajo que hicieron Josep María Raventós y Sergio Jiménez en la transición en la salida del anterior técnico y el actual. Otra es mirando a la plantilla con el paso adelante que han dado absolutamente todos, sin excepción. Y la que traemos hoy es el retorno a la primera plantilla, ahora como entrenador ayudante, del «Guerrero Valenciano», Salva Guardia, para inculcar lo que es la esencia del Baloncesto Fuenlabrada de toda la vida.

Guardia se ha pasado por 14.30 Deportes para hablarnos de la actualidad del equipo, con Juárez como el protagonista, pero sobre todo del trabajo que el valenciano está llevando a cabo para, como él ha dicho, inyectar «testiculina» o al menos ayudar a los jugadores ha sacarla.

El jugador con más partidos disputados con la elástica fuenlabreña ha repasado cómo fue el café que se tomó con el director general del equipo para comunicarle que pasaba de la cantera al primer equipo, su llegada o, por poner un ejemplo, cómo está la plantilla con Christian Eyenga como el máximo exponente de ese paso al frente que ha dado el equipo.