El cuadro fuenlabreño encara ante el Herbalife Gran Canaria, el domingo a las 19:30, el primer «match ball» para mantenerse en la Liga Endesa.

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No hay más margen. Así de real y complicada es la situación del Montakit Fuenlabrada, que el domingo en el Fernando Martín tiene la obligación de conseguir la victoria ante el Herbalife Gran Canaria para seguir con vida en la Liga Endesa. En caso contrario, la situación sería casi insalvable, pero no definitiva.

Aún así, el choque se antoja el más importante de la historia reciente del club, primero por ser el primero de los que restan, y segundo porque de no conseguirlo sería un golpe anímico muy duro para la plantilla naranja, y más ahora con el cambio de entrenador.

Por otro lado, el partido es vital pero a la vez muy complicado, ya que enfrente tendrán a un equipo que llega pleno de moral, casi en una nube podríamos decir, ya que tras vencer sobre la bocina en la última jornada en San Sebastián ante el GBC, los de Aíto García Renéses llegan con la clasificación para la final de la Eurocup en el bolsillo.

Por su parte, Jesús Sala, desde el lunes primer técnico del Baloncesto Fuenlabrada hasta el final de la temporada, sabe que la empresa que tiene por delante es muy complicada, pero como apuntó en la entrevista realizada en la página web del club, «mientras matemáticamente sea posible, lo es. Las matemáticas y el deseo nos dicen que es posible salvarnos».

Para encarar este primer encuentro como primer entrenador en el Fuenla, Sala cuenta con todos los jugadores a su disposición, a excepción hecha de la salida momentánea de Steve Burtt, apartado del equipo tras abrírsele un expediente informativo el mismo lunes.