Horroroso partido del Montakit Fuenlabrada que cae en una auténtica pesadilla de Carnaval en el Pabellón Fernando Martín ante el Iberostar Tenerife.

Fotos: encancha.com / Alba Pacheco

«No sé qué queréis que analice, casi prefiero contestar a vuestras preguntas. Cuando Tenerife se ha puesto a meter nosotros decidimos desaparecer, con errores de todo tipo, de concentración, tácticos, técnicos… yo no sabía donde meterme». «He tenido las mismas sensaciones que en las primeras jornadas de este equipo: un equipo absolutamente perdido, que por las razones que sean físicamente no iba y mentalmente iba menos». «Los dos primeros entrenamientos de la vuelta fueron muy buenos y los últimos tres días, no tengo problema en reconocerlo, les he avisado: no estamos preparados para jugar este partido. O sea, ha sido una vergüenza, hemos hecho el mayor de los ridículos. Es que nosotros no sé donde hemos estado».

Con todas estas duras declaraciones en la rueda de prensa posterior al choque disputado en el Fernando Martín entre el Montakit Fuenlabrada y el Iberostar Tenerife (61-85) resumía Jota Cuspinera, el técnico local, lo sucedido en uno de los peores partidos que se recuerdan en la pista fuenlabreña.

Un partido marcado por el parcial histórico con el que concluyó el segundo cuarto, 3-29 para los visitantes, y en el que vimos al peor Fuenla de toda la temporada, recordando el mal inicio de temporada y algunos encuentros precisamente contra los equipos canarios y que ya parecían olvidados.

La victoria de los de Txus Vidorreta es incuestionable y totalmente merecida, ante un Montakit Fuenlabrada completamente desaparecido y sin alma y que en ningún momento plantó cara al que ha acabado como líder en solitario de la Liga Endesa tras la derrota del Real Madrid ante el Herbalife Gran Canaria.

Y no hay más resumen que hacer. Así de simple y así de duro fue el duelo que vivimos en el Fernando Martín, con pitada incluida (y merecida) en el descanso por parte de la grada hacia un equipo que deambuló por la pista durante 10 minutos de pesadilla en el que ninguno de los jugadores que pisaban la cancha diera algo para salir de ese mal juego.

Al final, nueva derrota contundente del equipo naranja, y ya van unas cuantas a lo largo del año. Nada que resumir y mucho que rezar para que este encuentro no haya sido más que un simple y grave accidente de cara al duelo de la semana que viene, también en casa, donde reciben a un rival directo en la pelea por la permanencia como el Tecnyconta Zaragoza.