Tras uno de los peores partidos en casa, y con derrota ante Estudiantes (55-80), no hay manera de ver ganar al Baloncesto Fuenlabrada en el Fernando Martín.

Foto: Baloncesto Fuenlabrada / Alba Pacheco

El Fernando Martín, en su día y por desgracia hace muchos años, era un auténtico infierno para los rivales que lo visitaban y era el fortín en el que el Baloncesto Fuenlabrada se apoyaba para realizar temporadas en las que se ha ganado al Real Madrid, al FC. Barcelona, a Baskonia, al Joventut, a Unicaja… y un largo etcétera de equipos en más de 20 años en la ACB. Pero eso parece algo perteneciente al pasado ya que, aunque la grada continúa alentando al equipo a pesar de las circunstancias, la realidad es que desde hace poco más de un año el cuadro fuenlabreño solo ha ganado dos partidos. Dos, en más de 365 días.

Y lo peor no es la racha de derrotas como local, sino la imagen que se ha dado en muchos de esos partidos que se han perdido, como el del pasado sábado ante Movistar Estudiantes, partido marcado en rojo desde hace varias temporadas y que si iba a vivir como una fiesta, pero que acabó siendo una pesadilla para el aficionado azulón.

El resultado final es el mejor resumen. Y no hay más. El 55-80 con el que concluyó el derbi es la única manera de expresar lo que se vivió en un Fernando Martín que poco a poco (si es que no lo está ya) se ha cansado de ver a su equipo no ganar partidos y, en algunas ocasiones, rozar lo surrealista.

No vamos a entrar en números (que podríamos perfectamente porque la estadística está ahí); no vamos a entrar en si hay falta de compromiso y profesionalidad porque de eso no se duda, más bien todo lo contrario, porque se les ve que lo sufren e intentan levantarse. Pero de lo que si se debe hablar, o intentarlo al menos, es de buscar una explicación al por qué un equipo que viene de anotar 80 puntos la semana anterior frente a Ourense, con 15 triples convertidos, se enfrenta al Estudiantes y parece un equipo de liga municipal de cara al aro.

Pero vamos más allá, ya que el primer cuarto del Fuenla fue bueno, jugando de tú a tú ante uno de los dos máximos favoritos para ganarlo todo junto a Burgos (tres si incluimos a un muy buen Leyma Coruña) y perdiendo solo de 6 al término de los primeros 10 minutos. Y de repente, de jugar bien y estar en el partido, pasan a no ver aro, a forzar todos los tiros y a irse al descanso con un 7 de 30 en tiros de campo y solo 7 puntos anotados en los segundos diez minutos. Y, obvio, ahí se acabó el partido.

Y lo peor, (si hay más) es que en otros partidos el equipo no ha jugado bien, ha tenido que remontar, pero se le ha visto como mínimo un hilo de rabia para intentar darle la vuelta al marcador y tener opciones de victoria hastael final. Esta vez no. Ninguna. En ni uno solo de los 30 minuto tras el primer cuarto se vio a un Baloncesto Fuenlabrada con capacidad para «desconectar» de lo malo que estaban haciendo y revertir la situación. Y ya está.

No hay más resumen que hacer de uno de los peores partidos en ataque que se le recuerdan a un Fuenla que parece no tener fondo cuando juega ante su gente. Cuatro partidos en casa, cuatro derrotas, esta última muy dolorosa por ser el derbi ante Estudiantes el que deja el peor sabor de boca de lo que llevamos de campaña.