En un final de auténtica locura, los nervios y el arbitraje hunden definitivamente al Fuenla que cae ante la Ponferradina en el minuto 99 (2-3).

Foto: CF. Fuenlabrada / Beatriz Cobos

Como por desgracia ya hemos contado en alguna ocasión, la temporada del CF. Fuenlabrada se está convirtiendo en una absoluta pesadilla, y una vez más se vio reflejado en el duelo que los de José Ramón Sandival disputaron ante la SD. Ponferradina en el Fernando Torres.

Por tercera jornada consecutiva el Fuenla cayó derrotado y tambiém por tercera vez consecutiva con tres tantos en contra. Pero lo peor no fueron los tres goles cosechados por la «Ponfe», sino la manera como los consiguieron y, sobre todo, el tiempo en el que los materializaron.

Antes del dramático final, los azulones realizaron el mejor partido de lo que llevamos de 2022, controlando el ritmo del juego, sin conceder demasiadas ocasiones a los bercianos, llegando con cierta facilidad y, además, teniendo las oportunidades suficientes como haber sentenciado el duelo mucho antes de los fatídicos últimos 13 minutos del choque.

Hasta el minuto 87 todo iba perfecto. El 2-0 favorable a los de Sandoval hacía justicia viendo lo que se iba sucediendo sobre el césped… pero cuando la grada ya celebraba la sexta victoria de la campaña y mantenía la ilusión de lograr le milagro de la remontada y la salvación, llegó el drama y la pesadilla.

En el minuto 88 llegó el 2-1 para la Ponferradina y todo se vino abajo. En ese instante también entró en juego el arbitraje de Ávalos Barrera que terminó de desquiciar a la parroquia fuenlabreña para, con varias jugadas más que dudosas, tirar por tierra todo el trabajo que se había realizado hasta ese momento.

En el 92 llegó el gol del empate, en el que intervinieron tres jugadores castellano leoneses en claro fuera de juego (según el trencilla, habilitados porque llegó a tocar un jugador azulón) y ya en el 99, con el Fuenla volcado en la portería rival y con Javi Belman dejando la portería vacía en busca del tercer tanto, llegó la sentencia tanto al partido como a las esperanzas del CF. Fuenlabrada de lograr el objetivo de la permanencia.

El caos final, la frustración por dejar escapar tres puntos cuando ya los tenías ganados, el arbitraje, los nervios… todo se juntó para que la tarde del sábado se convirtiera en una de las peores que se han vivido en el terreno de juego del Camino del Molino desde que fue inaugurado.

Con esta derrota, y a expensas de lo que haga el Sporting de Gijón en el partido que cierra la jornada, los fuenlabreño virtualmente son equipo de la 1ª RFEF y solo es cuestión de tiempo que se certifique el descenso de categoría en el tercer año en el fútbol profesional.