La Clínica de la URJC retoma la actividad bajo estrictos protocolos de seguridad

Tras varios meses cerrada de forma presencial salvo para casos de urgencia,  la Clínica Universitaria de la URJC abre sus puertas bajo unos protocolos de seguridad muy estrictos en todos los departamentos.

El objetivo de la clínica como organización siempre ha sido contribuir con el entorno dadas las circunstancias provocadas por la pandemia, por lo que desde el minuto cero se pusieron a disposición de los hospitales y organismos públicos de la zona para ayudar en lo que fuera necesario. Sirva de ejemplo el envío de material sanitario o la cesión de profesionales de apoyo para otros centros sanitarios, como es el caso del Hospital de Alcorcón,  en el cual trabajaron reforzando los servicios de atención psicológica a sanitarios, enfermos y familiares.

Diego Gómez Costa, Director del servicio clínico de odontología de la Fundación Clínica Universitaria , explica que desde el comienzo de la crisis del Covid-19 se instauró como prioridad la atención y el seguimiento telefónico en todas las áreas: odontología, psicología y área multidisciplinar.

De hecho, la clínica se mantuvo prestando únicamente servicio presencial a urgencias odontológicas  previa valoración telefónica de un profesional, mientras que en las otras áreas se ha ceñido  a la atención y el seguimiento por teléfono y por videoconferencia en el caso del área psicológica.

Además, el área de psicología puso en funcionamiento un servicio telefónico de atención gratuito para las personas que estuvieran experimentando agobio, ansiedad o cualquier otro síntoma relacionado con el confinamiento.

“Ha sido una situación que a nivel emocional nos ha afectado mucho. La incertidumbre y el estrés que genera no saber que va a ocurrir en un corto espacio de tiempo, la impotencia en muchas ocasiones y la necesidad de la aplicación constante de nuevos protocolos, causan sin duda, un coste personal y laboral.”, declara Gómez.

Con la entrada de la Comunidad de Madrid en fase 1, la clínica vuelve a abrir sus puertas con la aplicación de todas las medidas de prevención y seguridad tanto para los pacientes como para los profesionales, con la implantación de un estricto protocolo, como la instalación de mamparas de seguridad, control del aforo en las salas de espera, el cálculo lo más aproximado posible entre cada cita, así como la readaptación de espacios para mantener la distancia interpersonal, el uso de epis,  sin olvidar todas las medidas de higiene, así como el control de temperatura de los pacientes antes de ser atendidos ya que, tanto en odontología como en fisioterapia, no es posible mantener la distancia de seguridad con el paciente.