La Clínica Universitaria nos habla de los miedos y fobias infantiles

Los trastornos internalizados como la fobia específica son por los que con mayor frecuencia se pide tratamiento

Primer programa de la temporada de la Clínica Universitaria de la URJCHoy en Días de Radio, la Clínica Universitaria nos habla de los miedos y fobias infantiles. El miedo es un fenómeno propio de la infancia pero su significación clínica se ha subestimado debido a tres argumentos. El primero de ellos es el carácter transitorio, los miedos infantiles son pasajeros y remiten espontáneamente con la edad. El segundo es la leve intensidad; los miedos infantiles son de menor magnitud. Las respuestas cognitivas como por ejemplo, preocuparse por perder el control y gritar son menos frecuentes.

Por último, la naturaleza evolutiva. Los miedos infantiles aparecen, alcanza su cima y desaparecen siguiendo un patrón característico. Un ejemplo es el miedo a la oscuridad, que surge hacia los 2-3 años, es muy común a los 4-6 y declina entre los 7 y los 9 años.

La edad media de comienzo de una fobia específica es entre los 7 y 11 años, y en la mayoría de los casos se inicia antes de los 10. por ello es importante discernir el miedo evolutivo, que remite con el paso del tiempo sin que sea necesaria la intervención, del miedo patológico, que perdura con el tiempo y requiere de tratamiento.

Cuando un niño se enfrenta a un estímulo que le genera un miedo patológico se pone en marcha «el triple sistema de respuesta», es decir una serie de reacciones a nivel psicofisiológico, cognitivo y motor. Respuestas psicofisiológicas: se produce un aumento en la activación del Sistema Nervioso Autónomo que produce cambios corporales molestos. Respuestas cognitivas, por lo que aumenta la actividad cognitiva en forma de pensamientos e imágenes negativas sobre la situación temida. Respuestas motoras: en las que el niño intenta impedir, retrasar o interrumpir las reacciones que le provocan los estímulos temidos, evitando la situación temida como método de prevención.

Hemos hablado con Esther Blanco, psicóloga infantil de la Clínica Universitaria Rey Juan Carlos.






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