Con dos partidos jugados lejos de casa terminó una jornada dominical sin victorias para los equipos de Fuenlabrada, con una derrota y un empate.

Fotos: CF. Fuenlabrada / ACB Photo

Fin de semana sin victorias para los dos equipos profesionales de Fuenlabrada. Es el resumen de una jornada matinal de domingo que nos dejó un empate y una derrota en los dos duelos disputados lejos tanto del Fernando Torres como del Fernando Martín.

Lo positivo llegó por parte del CF. Fuenlabrada que, sin conseguir el triunfo, pudo extraer un punto de su visita al García de la Mata donde le esperaba la AD. Unión Adarve, equipo de la parte baja de la tabla, y que apretó al cuadro de Mere Hermoso que, a pesar de ello, fue superior. Otro aspecto positivo, además del empate (0-0), es la sensación que deja el equipo de haber sido mejor que los de la capital ya que, sobre todo en la primera mitad, tuvo las mejores ocasiones del choque para haberse traido los tres puntos para casa y así encarar con más confianza si cabe el partidazo que pone fin al año 2018, el sábado a las 12.00 horas, frente a la Ponferradina.

Por su parte, lo negativo lo puso el Montakit Fuenlabrada, que cayó en la pista del UCAM Murcia en un partido en el que tuvo opciones pero que, con una plantilla en cuadro, llegó muy justo a los minutos finales. Tras 35 minutos igualados en el marcador, en los que la maxima renta la pusieron los murcianos en un par de ocasiones, llegando hasta los 10 puntos de ventaja pero siempre recortados por los fuenlabreños, se llegó a los últimos momentos en los que se entró en el despropósito, con una falta de ideas por parte de los dos conjuntos que mató el partido.

Entre murcianos y fuenlabreños solo anotaron 4 puntos, todos ellos para los locales, ya que el Montakit no anotó ni uno solo en los últimos 5 minutos y 33 segundos. Al final derrota en Murcia (75-65), de donde hace más de una década que el Fuenla no consigue sacar el triunfo y con sensaciones «regulares», sobre todo a nivel individual, con bastante jugadores que no estuvieron a la altura de lo que requería el choque.