A falta aún de ocho jornadas por disputarse y 19 derrotas seguidas, el Carplus Fuenlabrada sigue cayendo en picado y sin ninguna reacción.

Foto: ACB Media / S. Gerundes

Los datos son demoledores. Es la única manera en la que podemos comenzar a explicar lo que sucedió en la última derrota cosechada por el Carplus Fuenlabrada en la Liga Endesa. Y no por los números extraídos del partido en el Pavelló Fontajau ante el Bàsket Girona. Que también podríamos. Sino por los que se han ido acumulando a lo largo de las 19 derrotas consecutivas que encadena ya el equipo de Oscar Quintana.

Como muestra, un botón: de las 19 derrotas, solo en cuatro de esos partidos se llegó al minuto final con opciones de victoria. Solo en cuatro. Y de las 19, en ocho, se cayó por una renta superior a 20 puntos de diferencia, con mención a la derrota ante Baskonia en Vitoria por 25 puntos, ante Unicaja en casa por 32, en Gran Canaria por nada menos que 45 puntos, en Tenerife por 28 o las tres últimas, Real Madrid, Unicaja y Girona, por 24, 25 y 25 puntos, respectivamente.

Es decir, un desastre que deja al Baloncesto Fuenlabrada, a falta de tan solo ocho jornadas para que todo se acabe, virtualmente descendido a cuatro triunfos de diferencia, más el basketaverage, con BAXI Manresa que es el equipo que marca la salvación.

Con todos estos números, y todo lo sucedido horas antes del duelo ante los de Marc Gasol (Keanu Pinder lesionado en el hombro y Jovan Novak apartado por una cuestión disciplinaria que explicará el club en su momento) se presentaban los fuenlabreños en uno de los dos campos en los que nunca han sido capaces de ganar, junto con el Palau Blaugrana.

Pero es que además, la puesta en escena del partido volvió a ser la misma que la semana pasada: una vergüenza. Con un Carplus Fuenlabrada a verlas venir desde el salto inicial y que vio como en tan solo 3 minutos el marcador ya rezaba un parcial de 10.5, para minutos después ser de 17-6, lo que obligó a Quintana a parar todo y tomar las primeras medidas.

Quisieron recuperarse. Y de hecho lo hicieron. El Fuenla le dio la vuelta al marcador en el comienzo del segundo cuarto, con un buen arreón en el final del primero, y así se mantuvo durante los primeros compases de ese segundo acto. Pero pronto se esfumó de nuevo la euforia del momento y los de Aíto García Reneses se fueron de nuevo en el marcador para casi rematar el choque al descanso, con 15 puntos de diferencia. De nuevo, por querer ser héroes en vez de compañeros, los jugadores fuenlabreños tiraron por tierra todo el trabajo realizado para engancharse al choque.

La segunda parte no tuvo historia, una vez más. A los locales solos les hizo falta mantener el nivel para que el Fuenla no se acercara en el marcador y, encima, en los dos últimos minutos los de Quintana se dejaron ir un poco más, ya con el partido sentenciado, hasta el marcador final (85-70).

Nueva decepción, 19 seguidas ya, y una situación insostenible de un Carplus Fuenlabrada que, otro día más, da muestras de estar completamente muerto y desahuciado en la lucha por mantener la categoría una nueva temporada.