En un nuevo irregular partido, esta vez en Alicante, el Baloncesto Fuenlabrada lo intenta pero suma su sexta derrota en ocho jornadas.

Foto: LEB Oro

Desde luego no está siendo el arranque deseado para el Baloncesto Fuenlabrada, un equipo que tiene plantilla para jugar mejor de lo que lo está haciendo, pero sobre la que se han generado demasiadas expectativas únicamente por ser un equipo recién descendido. Y eso, puede estar pasando factura a un Fuenla que no termina de arrancar.

El partido disputado ante el HLA Alicante en el Pabellón Pedro Ferrándiz, que concluyó con victoria ajustada para los locales (83-79), puede que sea uno de los encuentros que mejor puede resumir lo que es el cuadro de Toni Ten a día de hoy, lo que podemos llamar un «quiero y no puedo». Porque lo que no se le puede reprochar a la plantilla es que lo intenta una y otra vez, con mejor o peor juego, pero el «ir a por el partido» es algo que no paran de buscar.

El problema viene cuando esa intensidad, esas ganas, no se ven reflejadas ni en el juego ni en los números del equipo ya que, como se vio en Alicante, el Fuenla fue a remolque de los de Antonio Pérez Cainzos en la práctica totalidad del choque, sin ser capaz de bajar de los 4 puntos de desventaja más que en el último minuto.

Antes de la locura del final, en la que se quedaron a una bandeja y dos tiros libres de empatar y mandar el duelo a la prórroga, la realidad era que el guion del choque fue fácil y sencillo de resumir: se estiraba en el marcador el HLA, reaccionaba el Fuenla tras un tiempo muerto, se volvían a ir, volvía a engancharse…… y así durante 37 minutos, pero sin dar la sensación real de que se pudiera dar la vuelta al marcador.

Los parciales de los cuartos, en este choque en concreto, pasan a un segundo plano porque aunque no hubiera demasiado diferencia en la anotación, dicha sensación antes mencionada era que los de Ten no eran capaces de juntarse tres o cuatro jugadores con una buena racha a la vez. Y eso, junto a la agresividad mostrada por los locales y los arbitrajes lamentables de la LEB Oro, hicieron el resto.

Y ojo, esto último no lo ponemos como excusa para la derrota, porque ese arbitraje es muy malo para ambos conjuntos. Los dos se van siempre enfadados con un arbitraje sin ningún tipo de criterio. El problema viene cuando de los 11 jugadores que disputan cada encuentro del Fuenla, hay siempre un mínimo de 3-4 que no están al mismo que el resto de compañeros, y así, en este competición, va a ser muy complicado poder ganar partidos.

Y si se han dado cuenta, en esta crónica no hablamos de ninguno de los jugadores que disputaron minutos, con mejores o peores números, porque el colectivo es el que no pudo nunca darle la vuelta a la marcador hasta ese último minuto de locura en el que casi dan la sorpresa. Así, el Baloncesto Fuenlabrada no cae al descenso porque a día de hoy hay cinco equipos con peores números que los fuenlabreños, pero la realidad es que este conjunto o juega al nivel del choque ante Ourense (por citar la última victoria cosechada) o lo va a pasar mal para sacar victoria en esta fase de la temporada.