Espectacular ambiente el vivido en el Fernando Martín para que el cuadro de Hugo López doblegase a un rival directo en la lucha por la permanencia.

Foto: ACBPhoto

Lo que se vivió en el Pabellón Fernando Martín en el partido que disputó el Montakit Fuenlabrada ante el Baloncesto Sevilla es muy complicado de explicar ya que el ambiente que se generó fue una pieza clave para poder contar el triunfo fuenlabreño.

Y es que, cuando peor estaban las cosas para los de Hugo López, que se jugaban media temporada ante un rival directo como el sevillano, la grada del pabellón se levantó para llevar hasta la victoria a un Fuenla que estuvo contra las cuerdas en la recta final del partido.

El choque se presentó como una auténtica final para ambos conjuntos y así se vio en el transcurso del mismo. Y es que los nervios se notaron desde el comienzo y nunca se vio un buen baloncesto, pero sí mucha tensión y muchos nervios, algo que la grada también notó.

En la primera mitad se pudo presenciar un encuentro en el que las alternancias en el marcador fueron una constante, con rentas que no superaron los 5 puntos de ventaja para ninguno de los dos equipos y con el resumen hecho en los números al descanso: 42-42.

La segunda mitad continuó por los mismo derroteros, con parciales muy claros para uno y otro bando, pero siempre sin pasar de rentas que oscilaban entre los 5 y 7 puntos. Precisamente esa renta fue la que casi enmudece el Pabellón de la calle Grecia, ya que los chicos dirigidos por Luis Casimiro parecían tener el triunfo en el bolsillo. Con Pierre Oriola como el auténtico héroe sevillano, y Byars acertado desde el triple, consiguieron quitarse la presión de los fuenlabreños de encima y entrar en la recta final con un colchón que podría haber sido definitivo. Pero Josh Mayo y Javi Vega anotaron dos triples vitales para seguir vivos, y a partir de ese punto llegó la locura a la grada.

La afición tomó el testigo de los jugadores en la grada, y consiguió que Ondrej Balvin, que disponía de dos tiros libres para casi matar el encuentro, errara los dos al grito de «lo vas a fallar, lo vas a fallar». Ese fue el punto de inflexión. A cada jugada del Fuenla llegaba la contestación por parte de la marea naranja. A cada fallo de los sevillanos, llegaba la locura y la alegría a la grada…. hasta que Andy Panko, a pocos segundos del final, consiguió con dos tiros libres colocar el 82-81 final. Por suerte, la última posesión la perdió Radicevic para que el triunfo se quedara en casa y le diera un balón de oxigeno muy importante al Montakit Fuenlabrada, que tras los resultados de la jornada, sale de la zona de descenso a la Adecco Oro.