Después de las dos derrotas lejos del Fernando Martín llegó la tercera decepción consecutiva del Urbas Fuenlabrada en una semana.

Foto: ACB Media / Alba Pacheco

Está claro que los tópicos en el mundo del deporte profesional están a la orden del día y que, algunas frases que se pueden decir a diario también se pueden extrapolar a lo deportivo y, en esta ocasión, el dicho «no hay dos sin tres» le viene como anillo al dedo al Urbas Fuenlabrada y su semana «horribilis».

Después de ganar a Zaragoza y Baskonia de manera consecutiva y tras caer de manera contundente lejos de casa ante el Betis y Gran Canaria, la vuelta al Fernando Martín parecía que podía ser la medicina necesaria para volver a ver al Fuenla que se vio ante zaragozanos y baskonistas, pero fue absolutamente todo lo contrario.

El choque ante el Unicaja de Málaga ha dejado un poso de incredulidad a la grada fuenlabreña muy grave ya que es imposible encontrar una explicación a lo que ocurrió en el partido, sobre todo en los dos primeros cuartos, convirtiéndose en los peores 20 minutos que le hemos visto al cuadro fuenlabreño en toda la temporada.

Resumir lo que sucedió en la primera parte, si es que se puede decir que ocurrió algo con el Fuenla, solo se puede hacer levantando la vista y mirando el marcador al descanso del choque: 19-41 para los de Ibon Navarro que demostraron que querían ganar el encuentro sabedores de lo importante que era para ellos muchísimo más que los jugadores locales.

Si, solo 19 puntos tras un esperpento de primera mitad. No entraba nada, el aro parecía que se había cerrado por completo, la defensa brillaba por su ausencia a pesar de que los malagueños tampoco podíamos decir que hicieran el mejor partido del año. Cabizbajos, cariacontecidos y desde el banquillo, sin saber qué hacer para recuperar a un Fuenla completamente roto y sin dar señales de vida.

Pero en el comienzo del tercer cuarto ocurrió algo que parecía que iba a cambiar la historia del duelo: cuando el quinteto de Raventós saltó a la pista para arrancar la segunda parte, toda la afición del Fernando Martín se levantó y se arancó con una ovación que demostró a la plantilla que lo de los primeros 20 minutos no podía seguir así. Y sirvió.

En los terceros 10 minutos el Fuenla volvió. Se comenzó a defender, a correr, a tener intesidad y a ver el aro rival mucho más grande. Con un Leo Meindl que también volvió a ser el jugador de antes de su lesión en el tobillo, secundado por Kyle Alexander y el ambientazo del Fernando Martín, el equipo fuenlabreño le endosó un parcial de 21-8 a Unicaja que dejaba el partido abierto para el último cuarto.

Pero ahí se acabó todo. En el inicio de los últimos 10 minutos tuvieron posesiones para acercarse hasta los 5 puntos, pero un par de malas decisiones, un par de tiros que no entraron y un par de contraataques malagueños terminaron por «finiquitar» a un Fuenla que poco a poco se fue rompiéndo del todo hasta que terminó de nuevo con mala imagen y cediendo por un contundente y doloroso 53-73.

Por lo tanto, tras una reacción increíble frente a Zaragoza y Baskonia, el Urbas Fuenlabrada se va al parón de 15 días por la Copa del Rey y las Ventanas Fiba volviendo a las andadas de la primera parte de la campaña, con muy malas sensaciones y viendo además, como todos los rivales están despertando y van comprimiendo la parte baja de la clasificación.